La Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, destacó el ánimo de colaboración que existe en Chile para desarrollar más y mejores capacidades e infraestructura dedicada al procesamiento de big data con foco en el crecimiento y sostenibilidad de la economía.
El Vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, explicó que, gracias a los recursos provenientes del litio, se instalarán capacidades locales de supercomputación e inteligencia artificial, impulsando la independencia tecnológica del país.
Este programa ofrecerá financiamiento público de hasta US$7 millones por proyecto, con el objetivo de potenciar la infraestructura tecnológica en el país para procesar y analizar grandes volúmenes de datos, pudiendo desarrollarse soluciones innovadoras para sectores estratégicos como minería, agricultura, energía, manufactura y servicios, y con ello también nuevos emprendimientos u oportunidades de negocios. La supercomputación es fundamental para optimizar procesos, reducir costos y mejorar la competitividad en estos sectores, contribuyendo al crecimiento y sostenibilidad de la economía nacional.
La convocatoria está dirigida a empresas tecnológicas, centros de transferencia de tecnología en IA y universidades y estará abierto entre el 7 de noviembre de 2024 y las 13:00 horas del martes 4 de marzo de 2025 y se podrá postular en el sitio web www.corfo.cl.
Durante el lanzamiento de la convocatoria, la ministra Etcheverry sostuvo que “hay un dicho que usan quienes viven en el mundo de la infraestructura que es que quien no computa, no compite. Hoy, la capacidad de cómputo es el principal elemento que habilita el desarrollo de tecnologías digitales y que permite que la inteligencia artificial se desarrolle de buena manera. Y en ese ámbito, Chile cuenta con enormes capacidades de infraestructura actual, pero queremos que sigan creciendo y que se proyecten hacia el futuro”.
Agregó que esta inversión que hace el Estado de Chile es una señal a la industria, al sector privado y a la academia, que apunta a reforzar la estrategia que tiene el gobierno en materia de crecimiento, desarrollo tecnológico e inteligencia artificial. La secretaria de Estado aseveró que “existe un ánimo de colaboración mucho mayor y lo vemos a nivel nacional, pero también en los países de América Latina y el Caribe. De hecho, como gobierno estamos trabajando con la CAF para poder aumentar aún más las capacidades de cómputo, más allá de este llamado, de manera colaborativa y en red con el resto de los países, sí que diría que muchas de las preocupaciones y de los desafíos de colaboración que teníamos en los últimos años se han ido disipando y hoy día vemos grandes oportunidades”.
Por su parte, el Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, explicó que en países en donde ya se han incorporado estas capacidades de supercomputación muestran mejoras por sobre el 10% en la productividad total de factores que tienen las plantas productivas que utilizan este tipo de herramientas. Esto no está orientado a un solo sector productivo; en industrias tradicionales como la minería o la agroindustria requieren capacidades de estas herramientas para hacer sus procesos más productivos, más eficientes y entregar más transparencia con respecto a los distintos ámbitos de su quehacer productivo, pero también el área de servicios requiere de este tipo de herramientas, las finanzas y otras que son claves”.
Benavente recalcó que esta convocatoria -que es financiada con recursos provenientes del arrendamiento de las pertenencias mineras en litio de Corfo- busca desarrollar una capacidad de súper cómputos en Chile capaz de ser colaborativa más allá de la capacidad de industrias y empresas, de modo de generar una utilización tanto en el mundo privado como en el sector público. “Nuestra idea es que quienes se adjudiquen este financiamiento sean conglomerados, asociaciones de distintos tipos de instituciones que representen no solamente aquellos que están orientados a desarrollar capacidades en temas de súper cómputos basada en la herramienta de inteligencia artificial, sino también aquellos sectores que puedan usar este tipo de soluciones que también puede ser el mundo público como por ejemplo las Fuerzas Armadas que pueden usarla para temas espaciales u otro tipo de herramientas en las cuales la inteligencia artificial puede ser clave”, señaló.
Estos núcleos permitirán a startups, empresas y centros académicos contar con acceso a capacidades de súper cómputo avanzadas, promoviendo la colaboración entre la academia, el gobierno y el sector privado, y fortaleciendo el ecosistema de innovación nacional. El Desafío I+D crea una plataforma única para startups y empresas chilenas, quienes ahora podrán desarrollar soluciones avanzadas en IA que compitan a nivel mundial.
Actualmente, el país cuenta con instalaciones como el Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC) y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), que suman miles de núcleos de procesamiento. Sin embargo, la capacidad actual es limitada, y se busca expandirla para sostener un crecimiento tecnológico acelerado y apoyar el desarrollo de aplicaciones avanzadas de IA.
Convocatoria
El instrumento de Corfo busca promover el desarrollo de infraestructura nacional de supercomputación para IA, impulsando la innovación y la digitalización en sectores estratégicos de la economía chilena y podrán postular empresas tecnológicas, universidades y centros de transferencia tecnológica en IA.
Las empresas adjudicatarias tendrán un plazo de ejecución de hasta 5 años, con dos etapas de desarrollo y contará con un cofinanciamiento de hasta el 80% del costo total del proyecto, con un tope de 7 millones de dólares por iniciativa seleccionada.
Además, traerá numerosos beneficios a Chile. Entre los principales impactos que se esperan destacan el aumento de las capacidades en IA, el fomento del desarrollo tecnológico y la digitalización en sectores clave de la economía, y la reducción de la dependencia tecnológica del extranjero. Se prevé que esta infraestructura fortalezca la soberanía digital de Chile y facilite la creación de un ecosistema de innovación en IA, aumentando la competitividad de las empresas chilenas a nivel global.
Otros beneficios incluyen la retención de talento y atracción de inversión extranjera en el sector tecnológico, así como la optimización de procesos industriales y reducción del impacto ambiental, especialmente en industrias como la minería, energía, salud y agricultura. La capacidad de procesar grandes volúmenes de datos permitirá desarrollar soluciones tecnológicas avanzadas que podrían mejorar la calidad de vida de las personas en diversas áreas.