Los análisis revelaron que especies como nalca, maqui, cauchao y lenga contienen hasta tres veces más antioxidantes que frutas reconocidas a nivel mundial, lo que permitirá elaborar suplementos funcionales de alto valor nutricional.

Con el respaldo del programa Innova Región Mujeres de Corfo Aysén, la empresa Agroindustria AYC está desarrollando una línea de ingredientes funcionales a partir de hojas descartadas de especies nativas de la Región de Aysén. La iniciativa, liderada por la emprendedora Carolina Jara Sanhueza, se encuentra en etapa de investigación y desarrollo, y ya ha entregado resultados altamente prometedores.

Los análisis de laboratorio realizados indican que estas hojas concentran entre 98.000 y 140.000 unidades de antioxidantes por cada 100 gramos, superando ampliamente a frutas tradicionalmente reconocidas por su alto contenido antioxidante, cuyo máximo registrado ronda las 40.000 unidades.

El proyecto busca transformar estos residuos vegetales en suplementos naturales de alto valor nutricional, con aplicaciones potenciales en las industrias alimentaria y farmacéutica, promoviendo la salud desde una perspectiva sostenible. “A través de esta iniciativa podemos entregar un producto saludable, natural y que promueve el bienestar. Vamos a desarrollar productos seguros, efectivos y sostenibles que puedan ser utilizados para prevenir o tratar diversas afecciones”, señaló Jara.

Gracias al cofinanciamiento de Corfo Aysén, se ha avanzado en la validación científica de las especies, en la adquisición de tecnología adecuada y en la implementación de ensayos de laboratorio junto a especialistas en alimentos funcionales. Este respaldo ha sido clave para proyectar el desarrollo de una nueva categoría de suplementos funcionales con origen en la Patagonia, con potencial de llegar a mercados nacionales e internacionales.

El director regional de Corfo Aysén, Humberto Marín Leiva, valoró el enfoque integral de esta propuesta. “Este proyecto representa lo que buscamos impulsar: innovación con identidad regional, liderada por una mujer emprendedora, que transforma un residuo en una solución de alto valor nutricional. Es una muestra del potencial que tiene la Patagonia para liderar desarrollos con impacto global desde el sur austral de Chile”.

Además del avance técnico y científico, la iniciativa ha fortalecido el encadenamiento productivo local a través del trabajo colaborativo con más de 100 familias recolectoras, generando valor desde los territorios y aportando al desarrollo de una economía circular con enfoque territorial.