Se trata de la iniciativa denominada “Uso eficiente del agua en nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa en la zona central de Chile a través de la demostración y el uso de tecnología de sensores”, apoyada por el Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación de Corfo.
En Chile la uva de mesa es la especie frutal de exportación que mayor superficie abarca, con cerca de 55 mil hectáreas distribuidas entre las regiones de Atacama y O’Higgins, siendo el Valle del Aconcagua el espacio que concentra cerca del 22% de la superficie plantada (alrededor de 8 mil hectáreas), principalmente en las provincias de San Felipe y Los Andes.
En ese contexto, recientemente se llevó a cabo la ceremonia de lanzamiento del proyecto “Uso eficiente del agua en nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa en la zona central de Chile a través de la demostración y el uso de tecnología de sensores” apoyado por Corfo a través del Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI).
Para el director regional de la Corfo, Etienne Choupay, el valor estratégico de este proyecto responde al mandato institucional de generar valor para la agricultura nacional mediante investigación, desarrollo y vinculación, además de contribuir a la adaptación al cambio climático y a la sostenibilidad de la producción agrícola en zonas con alta variabilidad hídrica. “El impacto esperado de este proyecto es la reducción de al menos 20% en el uso de agua de riego, disminución de costos energéticos por menor uso de bombas de agua, preparación de los agricultores ante escenarios de menor disponibilidad hídrica, generación de conocimiento técnico local sobre tecnologías de sensores aplicadas a nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa, área aún sin estudios nacionales consolidados”.
La actividad -que reunió a investigadores, asesores, productores, autoridades y estudiantes-, se realizó en el Auditorio del Instituto Agrícola Pascual Baburizza y tuvo como propósito presentar los principales antecedentes de esta iniciativa, contextualizar las acciones que se desarrollarán en las unidades demostrativas de cada predio y destacar la relevancia de este proyecto para la fruticultura regional y nacional, con especial énfasis en la eficiencia hídrica y la sostenibilidad productiva.
Los 10 beneficiarios de esta iniciativa son reconocidas empresas del Valle de Aconcagua, con más de 20 años de experiencia en la producción y exportación de uva de mesa y nueces, que actualmente enfrentan un escenario de escasez hídrica intensificado por el cambio climático.
Muchas de aquellas empresas han incorporado el uso de patrones portainjertos en uva de mesa e implementado tecnología de monitoreo de humedad, con sondas instaladas en cada cuartel productivo, permitiendo conocer el comportamiento del agua en el perfil del suelo.
El diagnóstico es que el 67% de los productores beneficiarios ya trabaja con nuevas variedades, el 100% utiliza portainjertos, pero sin claridad sobre su manejo eficiente en condiciones de escasez hídrica. Solo dos productores cuentan con sensores activos, y ocho nunca han usado esta tecnología.
Por esto, este proyecto surge como respuesta a los desafíos que enfrentan los productores afectados por una menor disponibilidad de agua, por la incorporación en sus huertos de nuevas variedades y portainjertos, cuyo comportamiento hídrico es aún desconocido; y por la disminución de superficie cultivada por falta de competitividad frente al mercado internacional y condiciones climáticas adversas.
Mauricio Moreno, uno de los productores de uva para pasa y colaborador de Agroproductos, que forma parte de este proyecto manifestó su entusiasmo por participar en esta iniciativa de gestión hídrica. “Tengo hartas expectativas, me inscribí con muchas ganas porque creo que va a andar súper bien para lo que necesito, que son 10 hectáreas”, señaló.
El agricultor dijo confiar en el valor de esta iniciativa para evaluar el comportamiento hídrico de las parras. Si bien trabaja con variedades tradicionales como Flame, Crimson y Autumn Royal, destaca que ha ido incorporando tecnología al campo, como sensores adaptados al riego agrícola y sistemas de gestión de datos, los que espera complementar con esta nueva herramienta.
Los expositores de la jornada fueron los ingenieros agrónomos Dr. Carlos Zúñiga y Jaime Otárola. El Dr. Zúñiga estuvo a cargo de presentar una descripción general del proyecto “Uso eficiente del agua en nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa en la zona central de Chile a través de la demostración y el uso de tecnología de sensores”, destacando sus objetivos, etapas y alcance.
Por su parte, Jaime Otárola abordó el tema “Uso de sensores para definir una estrategia de riego en uva de mesa”, explicando cómo estas herramientas permiten optimizar el uso del recurso hídrico en condiciones de alta variabilidad climática.
Jaime Otárola, investigador de INIA Rayentué explicó que se están estudiando variables como el potencial hídrico xilemático, respuestas de fluorescencia y conductancia estomática, junto con un análisis más profundo de las curvas de gestión hídrica basadas en contenido de agua en suelo.
Otárola planteó además una interrogante clave: ¿se comportan de la misma forma las nuevas variedades de uva de mesa frente al riego, considerando que los estándares actuales se basan en variedades antiguas? y señaló que “es fundamental estudiar la combinación variedad-portainjerto para entender su comportamiento hídrico, ya que aún no existe suficiente información ni difusión sobre estas nuevas combinaciones”.
Menos del 5% de los productores utilizan sensores de humedad, imágenes satelitales o herramientas de monitoreo en sus sistemas de riego. ¿La razón? Falta de información sobre su impacto en la rentabilidad y productividad.
Al respecto el director de proyecto el Dr. Carlos Zúñiga manifestó que, en la región, según Fortalece Pyme Aconcagua Quillota, el uso de tecnologías para riego eficiente no supera el 12%. Por eso, el objetivo del programa, asegura el especialista es “es cerrar la brecha de conocimiento en el manejo hídrico de nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa. Incorporar y evaluar tecnologías de monitoreo y control de riego: sensores de humedad, microtensiómetros, caudalímetros e imágenes multiespectrales, generar evidencia local sobre su efectividad; y, establecer modelos replicables para la zona central”.
Las etapas más importantes del proyecto son identificar los principales problemas de disponibilidad hídrica y manejo de nuevas variedades en los predios, generar de vínculos entre los beneficiarios y el INIA para entender las necesidades reales y establecer unidades demostrativas en los campos de los beneficiarios.
Dentro de las herramientas tecnológicas disponibles para un uso eficiente del recurso hídrico se encuentran el uso de sensores de humedad de suelo, que permiten conocer el contenido de agua disponible, caudalímetros, que controlan la cantidad de agua aplicada durante la temporada, microtensiómetros, que evalúan en la planta el efecto de las aplicaciones de riego y el uso de imágenes termales y multiespectrales, que detectan variabilidad espacial en la respuesta de los cultivos y permiten dimensionar el efecto de las estrategias de riego sobre su crecimiento y fisiología.
La iniciativa considera una inversión total de $251.030.320, financiada por Corfo junto al aporte de los beneficiarios, y se desarrollará en un plazo de 24 meses.